Iglesia gótica definitiva.

De algun modo la perversión en la fantasía humana escapa a los mecanismos del aprendizaje más elemental. Si bien en los primeros juegos masturbatorios -los de mayor recompensa- las fantasías más placenteras resultan ser las que más distorsionan y depravan la realidad -en cuanto que la distancia entre la realidad y la primera fantasía es abismal y necesariamente degenerada-, este condicionamiento lógicamente intenso es olvidado, y la perversión más pura parece ser, en circunstancias normales, desterrada de nuestra mente.

Prefacio a un émbolo.

Lo anterior es lo anterior;
Nietzche dice; ensucian sus aguas para que parezcan más profundas. Sin embargo, las palabras retumban; hay belleza en el hermetismo de ciertas cajas.
Pero no vale todo; hay que librarse del homenaje.

Lo anterior.

Decidí calcular la probabilidad de las hadas en lo inesperado arrancando patas a ciervos pelos a monos hombres a cuerpos. Sorpresa cual al graznido descubrir la lavadora en el filo y supurando marihuana en el jardín taxidermista. Guardián de las salamandras sodomía con los príncipes increíble transmutación de excrementos y detritus. Sólo arrugas encontré en el descomunal sexo de orquídeas. Los símbolos me acorralan con cuchillos en mi casa.

Acercamiento/ homenaje.

Obedezco a ancianos invisibles cuyas canciones pasan por mi lengua.