martes, 14 de diciembre de 2010
Sin título.
Y por cada sucia entrada abandonada a los insectos entrarán miles de insectos de la manera más sencilla
domingo, 25 de julio de 2010
Estefanía/ Antonio.
Estefanía vigila, no apoyes los dientes contra el mármol.
Y Antonio. Antonio no tiene clase.
Son tres paredes, son siempre tres paredes.
Él ha amado a la gente y sus bolsos coloridos, recargados. Ha arrancado las patillas de hombres calvos y de hombres cuyo primer nombre nunca se pronuncia.
Pero hay caras que creer y caras que no, es así de sencillo. Hay pelo de gitanos atascando los desagües.
Hay botas imposibles de arrancar de las piernas cercenadas, y ojos llamativos como banderas en la verbena.
Hay un sólo culpable de todos los crimenes, un sólo hombre que se ha enamorado siempre.
La realidad se rompe en vídreos y se clava entre los muslos. Debería estar prohibido ojear libros si no hay tiempo.
Alguien debe estar llorando por sus muslos su mirada tibia. No queda más espacio en las pizarras de la guardería, hay una mancha de café en el ojo del que os vigila.
Del que se rie de vuestros métodos y no cree en vosotros.
Y ofende a vuestras madres, y destruye con sus manos la cosecha.
Pues dos personas se parecen pero sólo una es hermosa. La escalera abarrotada en su vestido color frío; siempre come poco a poco como quien ha sufrido hambre.
---No te mereces el color azul aunque estés inmersa en él como un viejo en las herramientas.--
Hay una pistola dentro de la mujer y arneses para entrar en el amor; todo es diferente cuando se trata de los pulpos.
Son tres paredes, los insectos no se quedan quietos delante de la puerta.
Los jóvenes se acarician donde antes hubo mugre. --El vómito de los gatos cuando dobles las esquinas.
Y Antonio. Antonio no tiene clase.
Son tres paredes, son siempre tres paredes.
Él ha amado a la gente y sus bolsos coloridos, recargados. Ha arrancado las patillas de hombres calvos y de hombres cuyo primer nombre nunca se pronuncia.
Pero hay caras que creer y caras que no, es así de sencillo. Hay pelo de gitanos atascando los desagües.
Hay botas imposibles de arrancar de las piernas cercenadas, y ojos llamativos como banderas en la verbena.
Hay un sólo culpable de todos los crimenes, un sólo hombre que se ha enamorado siempre.
La realidad se rompe en vídreos y se clava entre los muslos. Debería estar prohibido ojear libros si no hay tiempo.
Alguien debe estar llorando por sus muslos su mirada tibia. No queda más espacio en las pizarras de la guardería, hay una mancha de café en el ojo del que os vigila.
Del que se rie de vuestros métodos y no cree en vosotros.
Y ofende a vuestras madres, y destruye con sus manos la cosecha.
Pues dos personas se parecen pero sólo una es hermosa. La escalera abarrotada en su vestido color frío; siempre come poco a poco como quien ha sufrido hambre.
---No te mereces el color azul aunque estés inmersa en él como un viejo en las herramientas.--
Hay una pistola dentro de la mujer y arneses para entrar en el amor; todo es diferente cuando se trata de los pulpos.
Son tres paredes, los insectos no se quedan quietos delante de la puerta.
Los jóvenes se acarician donde antes hubo mugre. --El vómito de los gatos cuando dobles las esquinas.
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