domingo, 10 de mayo de 2009
Insecto.
El susurro dice que el médico está enfermo. No tienes ni idea de lo que haces; las piernas te palpitan; a tu alrededor una niña se abre la cabeza. Sin ninguna duda es el tiempo de los helados. Quizás todo suceda así aunque las ubres sean más grandes. Hay una mujer inconsciente en el suelo; sabes que quiero tocarla. Vayas a donde vayas es la boca del estómago. Cualquiera podría afirmar que tu agujero no existe; eres demasiado dulce. Que graciosos son los niños, son como personitas pequeñas. Las palomas no son ratas, no hay suficientes árboles. Las bicicletas han sido tratadas con un infinito desprecio. Los parques públicos están llenos de alimañas asquerosas. Ten un poco de humildad; el hedor es insoportable. El verano es repugnante; las líneas de la mano están resecas. Todas las mujeres del mundo son hombres; huelen fuerte; llegan a conclusiones; besan básculas con los ojos. Las palomas en los árboles.
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